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El pastoreo, imagen y realidad

El pastor, apoyado sobre su bastón, descansando al abrigo de su boina y contando sus ovejas a lo largo del día…
Ese salvaje a la mirada huidiza, que apenas sabe hablar francés, que nunca ha salido de su pasto…
Ese hombre anecdótico, supervivencia de un pasado casi medieval…

No. El agro-pastoreo es todo lo contrario de lo que dicen los tópicos. Es uno de esos extraños oficios en los que el alma no se aparece al final de una nómina, en el que el trabajo depende a la vez de lo que somos y de lo que hacemos.

Escuchad el Observatorio agro-pastoral de los Pirineos: “en el terreno humano, el pastoreo, dirigido por jefes de explotación más jóvenes, se presenta hoy en día como una actividad cada vez menos abandonada, particularmente al este y al oeste de la cordillera. Sin embargo, esto no quita que este tipo de agricultura siga siendo frágil: la dureza del trabajo no es un tópico, las desventajas naturales se traducen en costes adicionales de producción y los ingresos son desiguales dependiendo de las producciones y los sectores.”

“Jefe de explotación”: es lo que olvidamos demasiado! Un granjero es un jefe de explotación que pone todo su ser al servicio de una actividad en la que cree, para sobrevivir en un territorio del que forma parte.

Hasta pronto para otras informaciones…