La trashumancia de los bovinos. Pellícula realizada el 16 de mayo de 2012.

Unas palabras más sobre la trashumancia…

Se debe entender que el mantenimiento de una zona de alta montaña (granjas y pastos de montaña) representa cada día un trabajo colosal. Mucho antes de las trashumancias (las del ganado bovino y luego las del ovino), los pastos han sido limpiados, el «ecobuage» ha delimitado el bosque y evitado la propagación de tojo y otras especies, que, si no se contuvieran, ahogarían a las gramíneas. La proliferación de estas plantas «robustas» reduciría el valor pastoril de las zonas, y la cadena: herbazal – pastoreo – enriquecimiento de la tierra – biodiversidad, se rompería.

Los Larraintarras han procedido al mantenimiento de las cercas que impiden las caídas de animales por los precipicios. Se trata de un trabajo colectivo: hay que recordar que los pastos de verano son un territorio comunal con vocación pastoral, que «cada pulgada de terreno aquí (…) es propiedad de los Larraintarras, o propiedad indivisa de los habitantes de los 43 distritos que gestionan colectivamente ciertas áreas ».

Algunas preguntas, y algunas respuestas!…

¿Cómo se distribuyen los rebaños en el territorio de montaña?

A cada explotación (a cada «casa», etxe, ¡no a sus ocupantes!) de Larrau está asociada un área de pastoreo en las montañas, y ésto desde tiempos inmemoriales. El pueblo vasco es un pueblo de vecinos: cada uno vigila los rebaños de los demás, advierte en caso de problema, acompaña si hace falta al ganado perdido hacia su pradera.

¿El ganado es dejado sin vigilancia?

No… De junio a octubre, un pastor, pagado por el Ayuntamiento, inspecciona periódicamente los rebaños, para garantizar la vigilancia sanitaria, la reunión de los rebaños que se han dispersado, para evitar la intrusión del ganado en España. A pesar de las «Juntas», reuniones de representantes electos que, cada año, ayudan a mantener buenas relaciones entre un lado y el otro de la frontera, se evita dejar a las vacas y a los caballos explorar el país vecino.

¿Cuándo volverá el ganado a la granja? ¿Y cómo?

Hacia el mes de octubre, cuando la temperatura disminuye, cada ganadero reúne a su rebaño y lo trae de regreso al pueblo. La mayoría de las vacas no volverían por sí mismas: ¡aprecian la libertad de la altitud!

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